Dormir bien es esencial: influye de forma directa en la productividad y previene el dolor y malestar (tanto físico como mental).
Así como otros mecanismos de nuestro cuerpo, el sueño se regula a través de lo que se conoce como el reloj biológico. El reloj biológico puede definirse como un conjunto de funciones somáticas que vinculan a nuestro organismo con nuestro ritmo de vida: da señales desde el hipotálamo a otras estructuras cerebrales, siendo el encargado de gestionar los ciclos vitales a los que nos exponemos y regular los estados de sueño-vigilia.
A pesar de ello, hay algunas evidencias que nos indican que un desajuste entre el estilo de vida que llevamos y el ritmo que nos marca el cuerpo puede ocasionar alteraciones en nuestro reloj biológico y consecuencias negativas en muchas áreas de nuestro funcionamiento.
Es muy importante dormir unas horas determinadas dependiendo de la edad: en adultos, los expertos recomiendan dormir entre 7 y 9 horas diarias. Sin embargo, cuando se trata de dormir bien, debemos tener en cuenta también la calidad.
Existen muchos factores que pueden mejorar o alterar nuestro descanso. Seguramente, todos y todas hemos tenido dificultades para dormir en alguna ocasión: no siempre es fácil establecer una única razón que nos dificulta conciliar el sueño y puede que haya más de una causa externa que impida un descanso de calidad.
En el blog de Mentalment de esta semana hemos propuesto ocho recomendaciones que pueden ayudarnos a dormir mejor: factores como el horario, la alimentación o la actividad física pueden afectar directamente a nuestro descanso e influir en nuestro día a día. Así pues, dormir bien es un objetivo prioritario para mejorar nuestra salud. Actualmente, existen indicaciones sencillas que nos pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño y en consecuencia, incrementar nuestro bienestar.